Pintemos con colores este miércoles gris

Otra vez me encuentro reflexionando un día miércoles... Estoy a la mitad de la semana, con la mitad de las ganas. Pero cómo vemos esta situación, como algo favorable o desfavorable. Recuerdo haber escuchado en Fecundas una voz de una mujer en sus cincuentas que reflexionaba a cerca de los cambios radicales en la vida y le contestaba a una mujer en sus treintas:
¡Pero nena, si vos pensás eso qué me queda a mí que ya tengo 50! 
Había en su voz un condimento muy fuerte de resignación. Claramente estar en la mitad de la vida era para ella una fuerte desventaja.
Pero de nuevo me pregunto, ¿es esta la única manera de vernos a la mitad de nuestros recorridos por la vida?¿Es necesariamente la mitad de las cosas una oportunidad para ver solamente lo que se quiso y no se hizo? Creo que no, justamente está en nosotros tomar la decisión de ver el camino recorrido de forma positiva o negativa.
Si lo pensamos desde una óptica positiva, entonces la mujer en sus cincuentas podría decir: 
"la verdad es que tenés razón, no es tarde para cambiar" 
De hecho la mitad de recorrido que le queda puede ser una experiencia maravillosa. El camino ya transitado puede verse, no como lo que se perdió y no regresará, sino como un ensayo de lo que puede ser y quiero ser. Con la experiencia ya ganada en todos estos años la segunda mitad no puede sino ser mejor.
Pero de nuevo, todo está en nosotras. En las decisiones que tomamos. En el rol que decidimos tomar en nuestras vidas, protagonista o mera observadora.
Consejo: ya sea que estés en la mitad de tu vida, en la mitad de tu carrera, en la mitad de tu semana, mirá para atrás solamente para sonreír y acordarte de lo que te espera va a ser mucho mejor.

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